Enrique de Vicente Además de licenciado en publicidad y experto en márketing, campos en los que trabajó durante 21 años, Es periodista especializado en temas científicos y paranormales, a cuyo estudio se dedica desde hace 55 años.

Durante 25 años –batiendo un récord mundial en el periodismo especializado– dirigió la revista internacional “Año Cero”, que creó en 1990. Anteriormente, fue director de “Contactos Extraterrestres” y “Supermente, revista de parapsicología”, así como redactor-jefe, editor, colaborador o corresponsal de medio centenar de revistas y diarios nacionales y extranjeros.

Actualmente está centrado en la elaboración de dos nuevos libros y en su ocupación como conferenciante y contertulio habitual en “Cuarto Milenio” de Cuatro-TV.

Ha participado en distintas obras internacionales sobre ufología y parapsicología, y es autor de los libros Los poderes ocultos de la mente, Guía mágica de Madrid, ¿Qué se esconde tras los expedientes X?, Claves Ocultas del Símbolo Perdido y Claves Ocultas del Código da Vinci, best-seller en España y editado en seis países. Desde 1974, en que fundó la ya desaparecida editorial Gnosis, ha asesorado a distintas editoriales y actuado como agente de prensa de muchos escritores de relevancia internacional.

TITULO DE CONFERENCIA

Naves recuperadas: el secreto mejor guardado

¿Cómo fueron posibles 90 años de encubrimiento, abundantemente documentados?

Inmediatamente después del caso Roswell se puso en marcha la eficaz maquinaria de Inteligencia que desde entonces ha dirigido EEUU y permitido su expansión imperial. Según sugieren documentos de los años cuarenta, desde hace al menos ocho décadas la perfecta descentralización del secreto OVNI, la captura de algunas de las naves caídas durante un siglo -por razones que apuntaremos- y la utilización de su tecnología por el muy poderoso Complejo Industrial-Militar, probablemente fue posible gracias al genio científico que dirigió y logró mantener oculta la fabricación de las primeras bombas atómicas en el Proyecto Manhattan. Lo consiguió con la estrecha colaboración de un reducido comité de expertos, presidido por un militar que se convirtió en el primer director de la CIA y posteriormente en vicepresidente de la mayor organización ufológica.

Este perfecto e inimaginable ocultamiento por parte de un reducido Equipo Secreto, cuya autoridad en ésta y otras materias se situó por encima de muchísimos presidentes, obedeció a poderosas razones materiales, socio-políticas y de otros órdenes. Pero también a la profunda ruptura de “nuestra realidad” que implica este fenómeno para-físico, confirmada por recientes revelaciones en el Congreso y ya apuntada mucho antes por la estrecha relación de ovnis y abducciones con experiencias extracorpóreas o chamánicas y otros muchos fenómenos paranormales y aparentemente “irreales”.